Erase una vez, un baobab que nació entre dos árboles muy grandes así que no crecía mucho. Un día unos viajeros vieron al pequeño árbol e intentaron hacer que le diera la luz pero no pudieron hacer nada y se fueron. Unos días después los árboles que tenia al lado murieron y el baobab pudo crecer. Pasados unos años un pueblo se instaló al lado del baobab, trataban al árbol como si fuera sagrado. Cada poco lo usaban para medicinas y para alimentarse. Al poco tiempo de instalarse el pueblo se expandió tanto que el árbol parecía pequeño, poco tiempo después hubo uno guerra y tuvieron que abandonar ese sitio y dejaron al árbol solo de nuevo. al pasar unos años un nuevo pueblo se instaló y ocupo las casas, calles… Pero pasaban del árbol, se columpiaban en sus ramas, tiraban la basura en sus raíces y lo escalaban. Al poco tiempo se dieron cuenta que podían hacer comida y medicinas con el, a partir de ese momento lo trataron mejor. Pasados unos años el baobab se empezó a secar, le echaron mucha agua y consiguieron que no se secara. Al poco tiempo nació un niño llamado Marco, tenia el pelo negro, la piel morena, y siempre se ponía una camiseta y un pantalón. Cuando creció se hizo muy amigo de el baobab y pasaba todo el día junto a el, menos cuando tenia que ir al colegio y a comer.
Hugo