El miedo es una reacción totalmente normal en los niños, de los seis años y hasta pasados los ocho. Te explicamos cuáles son los miedos más comunes en los pequeños según la edad.
Los miedos en los niños se desarrollan a medida que van creciendo. No debes preocuparte a menos que el miedo se prolongue durante un largo período de tiempo. Si el niño muestra una intensidad desproporcionada o tiene una aguda sensación de sufrimiento, debes consultar con el pediatra. De no ser así, no debes darle más importancia de la que tiene.
Los miedos más comunes de cada edad son los siguientes:
A los seis años: miedo a la oscuridad, a los fenómenos naturales y a los animales. Los niños desarrollan el miedo a la oscuridad a muy temprana edad. A menudo, a la hora de acostarse, te piden que dejes una luz abierta porqué temen que aparezca un monstruo o un fantasma de debajo de la cama. A este temor se suma el de los fenómenos naturales como las tormentas, los relámpagos o el viento. También es muy común el miedo a los animales. Por un lado, las cucarachas, las arañas o los ratones pueden suscitar repugnancia a tu hijo. Por otro, en sus pesadillas puede imaginarse ser atacado por una fiera salvaje, un perro o un caballo.
De los seis a los ocho años: miedo a la muerte y a la escuela. A estas edades, los pequeños desarrollan un temor que puede parecer más propio de los adultos: el miedo a morir. Es posible que sienta pánico a subirse a un avión, que tema herirse o que no quiera ir al dentista. Por otro lado, tu hijo puede empezar a angustiarse por su rendimiento escolar, especialmente durante las primeras semanas en el colegio, cuando le resulta difícil separarse de los padres y teme a los compañeros.
Después de los ocho años: miedos cotidianos. A partir de los ocho años, los niños circunscriben sus miedos a acontecimientos cotidianos (miedo a pelearse con sus amigos, a ponerse enfermo, a padecer un accidente o a no sacar buenas notas).