Que el niño colabore en las tareas domésticas es muy positivo para su educación. Cómo debes implicarle, qué debes potenciar y qué es mejor que evites hacer.
Colaborar en las tareas domésticas es muy importante para la educación infantil, ya que los niños aprenden a ser responsables y adquieren habilidades. Al contribuir en las tareas del hogar, el niño se sentirá parte de un «equipo». Evidentemente, cuando el niño es pequeño, no puede realizar las mismas tareas que cuando es más mayorcito. Pero lo verdaderamente importante no es tanto el ayudar en sí, sino inculcarle el hábito de hacerlo. Veamos algunos consejos que te pueden ser útiles:
- No le subestimes. Un error muy común en los padres es no dejar que el niño haga cosas básicas que ya puede hacer como prepararse su propio sándwich o limpiar su habitación.
- Empieza con su propia higiene. Cepillarse los dientes, ir al baño y vestirse solos son algunas de las primeras tareas que los niños llevan a cabo.
- Ten presente lo que puede hacer según su edad. Si la tarea que le asignas a tu niño es muy difícil, es probable que se frustre y no la termine. Recuerda que es muy importante que no le pidas que haga tareas peligrosas.
- No le exijas demasiado. Cuando un niño pequeño te «ayuda», a realizar las tareas del hogar, es muy probable que tardes más en terminarlas. Sin embargo, recuerda que estás consolidando la base para que se convierta en una persona responsable más tarde.
- Trata a niños y niñas por igual. No encasilles a la niña con unas tareas y al niño con otras.
- Sé específica. Asígnale tareas sencillas y sé clara y explícita. Por ejemplo, en lugar de ordenarle que «limpie su habitación», le puedes pedir que «ordene sus juguetes».
- Poco a poco. No le pidas que haga varias tareas al mismo tiempo, porque seguramente confundirá las cosas y las hará mal.
- Haz que sea algo divertido. El reto de las tareas del hogar es que tienden a ser repetitivas y, por lo tanto, aburridas. Pero puedes hacerlas divertidas. Es recomendable que le pidas que te ayude con algo nuevo de vez en cuando para que no se aburra de hacer siempre lo mismo.
- No seas perfeccionista. Evita corregir de inmediato algo que tu hijo haya hecho mal porque puedes lastimar su orgullo.
- Aplaude sus logros. El refuerzo positivo enseñará a tu pequeño que sus esfuerzos son importantes.