¿Con sus papás habla como una cotorra y cuando os encontráis con el vecino no abre la boca? Te explicamos cómo debes actuar si tu pequeño es tímido.
Según el pediatra italiano Roberto Albani: «El niño propenso a la timidez tiene miedo, básicamente, de no ser aceptado por los demás. Tal vez, ya ha intentado entrar en un grupo y ha sido rechazado, expulsado o ridiculizado. Por eso, prefiere, al menos al principio, evitar el contacto con los demás. Para atreverse de nuevo tendría que sentirse aceptado, al menos por sus padres. En cambio, puede ser que éstos, con las prisas o por el deseo de corregirle, se dirijan a él de forma brusca: «¿Se te ha comido la lengua el gato?»
Estas palabras, pronunciadas con la intención amorosa de estimularle, surten el efecto contrario. Veamos por qué:
«No estés tan pegado a mí». Con estas palabras se niega al niño precisamente aquello que más necesita para ganar seguridad, es decir, la aceptación.
«Los demás niños sólo quieren jugar contigo, no te hacen nada malo»: El argumento es totalmente lógico, pero no tiene en cuenta el hecho de que el problema del niño no es de tipo racional, sino emotivo y que, por tanto, sólo puede afrontarse desde esta perspectiva.
«No hay ninguna razón para tener miedo». Es como decir: «Lo que experimentas no es legítimos. No tienes ningún derecho a titubear o a El niño tiene miedo ante niños que no conoces».
Cómo ayudarle
Hay que transmitir al niño la certeza de que papá y mamá consideran sus temores como algo totalmente normal y justificable. Sólo así podrá superarlos y adquirir mayor seguridad y confianza en sí mismo. Aunque pueda parecerparadójico, cuando el niño aprenda a aceptar los propios temores, le parecerá más fácil abrirse sin sentirse descubierto o indefenso.
En la práctica, la timidez se traduce en un miedo permanente a equivocarse, por lo que es importante infundir seguridad al niño. Para ello, es necesario respetar su temperamento. El hecho de que el niño sea reservado se debe respetar. Por ejemplo, si no quiere unirse a los demás niños en el tobogán, se le podría decir: «Muéstrame lo bien que lo haces», sosteniéndole la mano la mano mientras sube la escalera y esperándole con los brazos abiertos a la llegada. Elmensaje que los padres deben transmitirle es: «Nos guastas tal como eres». Al aceptarle, le ayudáis a aceptarse a sí mismo y, paradójicamente. cuando se sienta valorado, adquirirá seguridad y confianza en él.
«Mi hijo es un poco tímido«. Es la frase que a menudo nos parece obligado decir cuando presentamos al niño a la maestra, a la monitora o a la vecina, para explicar el hecho de que a veces se muestre retraído. Con esta advertencia, la intención de los adultos es suscitar mayor comprensión, pero en realidad lo que se hace es encasillar al niño en un papel. Es muy importante no catalogar al niño y llegar incluso, si es necesario, a negar la evidencia. Cuando os pregunten: «¿Es tímido?», mostraos sorprendidos y replicad: «¿tímido? ¡No! Sólo necesita un poco de tiempo para ambientarse». Es aconsejable intentar identificar algo que el niño conozca bien y , a partir de ahí, entablar y continuar un diálogo. Hasta los niños más cortados, se muestran desenvueltos cuando pueden hablar de su colección de figuritas o del guardarropa de su muñeca favorita.