Que nuestro hijo sea feliz es el deseo de cualquier padre. Un deseo que tanto las madres como los padres pueden conseguir siguiendo, día tras día, seis consejos muy útiles.
Conseguir la máxima felicidad de nuestros hijos es el deseo de cualquier padre. Para lograrlo, los niños deben sentirse bien consigo mismos, siempre deben quedarse con lo mejor de las personas y de las cosas y deben buscar dentro de sí mismos los recursos para no aburrirse. Nosotros, como padres, debemos facilitarles las herramientas interiores que les permitan afrontar siempre, sin perder el ánimo, los pequeños y los grandes problemas.
La suma de todo esto les proporcionará la felicidad necesaria a nuestros hijos para vivir de un modo sereno, equilibrado y alegre. Te ofrecemos seis consejos muy útiles que, poniéndolos en práctica, día tras día, hará de nuestros hijos unos niños felices.
Consejo nº 1
Un niño no puede crecer feliz si no tiene unas normas que respetar y unos límites que lo contengan. ¿Cómo deben ser las reglas? Deben ser sencillas y adecuadas a la edad del niño. Por supuesto, deben ponerse sin gritos ni castigos, pero con el firme propósito de que se cumplan.
Consejo nº 2
Debemos hacer de nuestros hijos unos niños optimistas, incluso si tenemos que repetirle una y otra vez que ninguna mala experiencia o circunstancia es tan mala como puede parecer en apariencia. Lo mismo debe aplicarse en relación a las personas.
Consejo nº 3
Hay que ofrecer al niño un buen ejemplo de felicidad, sonriendo a las personas, evitando las quejas que no conducen a nada, subrayando cualquier acontecimiento positivo y mostrando alegría. Al mismo tiempo, hay que procurar no estar siempre enfadado y no criticar a nadie delante del niño.
Consejo nº 4
Hay que enseñar al pequeño a que tenga confianza en sí mismo, alabándole cuando lo merezca y dándole ánimos para que se las arregle por sí mismo siempre que sea posible. De este modo, le demostramos que confiamos en él… ¡Y no hay nada mejor para su autoestima!
Consejo nº 5
Se puede regañar al niño, pero sin llegar a mortificarle, es decir, limitándose a subrayar la acción errónea. Por tanto, están prohibidas las frases del tipo: «Eres un poco torpe. ¡No lo conseguirás!». Por el contrario, se debe decir: «Eso que acabas de hacer no está bien».
Consejo nº 6
Hay que acentuar su sentido del humor, que le permite desdramatizar las situaciones, elegir las risas en lugar de los lloros. El sentido del humor no tiene nada que ver con la mofa o el sarcasmo: es algo más leve y gentil, que ayuda a sonreír. Que lo ejerciten los padres es la mejor manera de enseñarlo a los hijos.