Esta semana hemos trabajado un cuento que me inventé a partir de la propuesta de lectura y actividades de My little Book bolino. La historia va de la siguiente manera:
Rita perdió un botón
Rita, es una ratita muy presumida. Le encanta ir siempre bien conjuntada, con colores bonitos y adornos originales. Pero Rita, no es nada ordenada y eso a veces le trae algún que otro problemilla.
Un día Rita, fue a ponerse su vestido favorito, el azul, y se dio cuenta de que le faltaba un botón. Se puso como loca a buscar por toda la casa, ¿y a que no sabéis que cosas fue encontrando?
Buscó debajo del sofá y encontró un rotulador que hacía días había perdido mientras pintaba un paisaje soleado y una flor de un color rosa precioso.
Buscó debajo de la cama y encontró una bolsa vacía de chuches del último cumpleaños de su amiga Paula.
Buscó en el armario y encontró el calcetín perdido que tanto había buscado para ir a correr con su amigo Ramón.
Buscó en su mesa de juegos y encontró una pinza que no sabía muy bien qué hacía allí.
Buscó en la cocina y encontró el lazo del pelo que se ponía para ir a merendar los domingos.
Buscó en el cuarto de baño y encontró el vaso en el que bebía el zumo cada mañana, bueno, menos hace unas cuantas mañanas, porque no sabía dónde estaba.
Buscó en la terraza y encontró el mando de la tele. Claro, ¡por eso hacía días que no veía la tele!
Buscó en el pasillo y encontró el palo de un helado que ya no se acordaba ni cuando lo había comido.
Buscó en la despensa y encontró la escoba de la bruja de juguete que le había dejado Papá Noel hacía un año.
Buscó en el felpudo de la puerta de entrada y encontró una foto de una panera!!!!
Cuando ya estaba desesperada y no le quedaba ningún sitio por mirar, se sentó en el sofá dando por perdido el botón, hasta que se dio cuenta, de que en el único sitio donde no había mirado era…. ¡DENTRO DE LA LAVADORA! Se levantó corriendo y efectivamente el botón estaba allí, reluciente!!!!
Enseguida cogió aguja e hilo y se dispuso a coser el botón a su vestido favorito. Ahora si que estaba espectacular!!!! Había recuperado su aspecto de siempre. Cuando terminó, se tomó un momento para observar toda su casa. ¡Estaba realmente desordenada! Tanto desorden le había traído muchos problemas últimamente, así que decidió ordenarlo todo y se prometió así misma ser más ordenada.
A partir de esta historia hemos jugado a varios juegos que nos han servido para seguir repasando las trabadas, la /R/ (fuerte) y sobre todo la expresión. Os explico:
Según iba contando la historia, fui sacando fotografías de las cosas que Rita había ido encontrando por toda la casa, hasta llegar al botón. Durante la narración, fui preguntando en qué sitio Rita había encontrado cada cosa, de tal manera, que también jugamos con la memoria, cada vez se añade un objeto y un lugar nuevo. Cuando se terminó la narración, saqué la bolsa negra y opaca que veis, dentro de ella, están los objetos de las fotos. De uno en uno, metían la mano y sin mirar, cuando creían saber lo que habían cogido tenían que explicar a los demás qué era sin decir su nombre. Podían contar para qué servía, de qué estaba hecho, qué forma tenía,… todo, menos el nombre del objeto, el que lo acertaba metía la mano en la bolsa. A este juego, lo llamamos la lavadora de Rita.
Luego, saqué los calcetines. Los extendimos todos en el suelo y los fui describiendo todos en voz alta, por ejemplo: este calcetín es verde, con la puntera rosa, el talón rosa y la goma rosa. Este calcetín es de rallas verdes y blancas, con la puntera blanca, el talón blanco y la goma blanca,…. Con ellos, jugamos de varias maneras:
1- Cada niño tiene un calcetín que solo puede ver él. De uno en uno, van explicando cómo es su calcetín hasta que alguien crea ser su pareja. Si los son, se ponen juntos ganan un aplauso.
2- Cada niño, delante y boca arriba tiene un calcetín. Se elije a un niño y se le pone el calcetín en su frente, de tal manera, que todos lo ven, menos él. Los demás, tienen que ir diciendo características del calcetín que tiene en la frente hasta que llegue a su pareja. Si lo consigue: Un gran aplauso!!!!
3- Se le da un calcetín a cada niño, solo lo puede ver él. Todos se mueven por la clase y van preguntando a los demás si tienen un calcetín con las características que tiene el suyo (sin que el otro lo vea). Cuando creen haber encontrado su pareja, se ponen juntos, pero sin enseñarse todavía el calcetín. Cuando todas las parejas estén hechas, veremos quiénes se han quedado sin formar pareja, cuantas parejas están mal hechas y quienes han sido capaces de juntar su pareja correctamente.
Como veis, se puede jugar de muchas formas y son juegos que van más haya de la simple expresión, ya que necesitan de un nivel de concentración y abstracción importante. Son juegos que estimulan mucho el lenguaje, el razonamiento, … y además jugando se trabajan muchos aspectos emocionales.
Si no tenéis estos materiales o no os apetece hacerlos, también podéis jugar a: ¿En qué animal estoy pensando? o ¿en qué cosa estoy pensando?… no se les dice el nombre, pero se le van dando pistas que le ayuden a resolver, por ejemplo: donde vive, que come, de que color tiene el pelo, su tamaño,… Cuando el niño sea capaz de hacerlo sin decir el nombre, habremos dado un salto importante.
A ver que tal os lo pasáis familia!!!!