Son varios los años que intentamos que el Día de la Paz tenga un significado verdadero y aprovechamos la excusa de esta fecha tan celebrada en las escuelas para realizar acciones que realmente contribuyan a mejorar nuestro entorno. Si una de las principales labores de la escuela es la educación en valores, es conveniente avivar la generosidad tendiendo puentes para compartir con las personas que viven en desventaja.
Por desgracia, demasiadas veces estas personas a las que nos referimos son niños y niñas, lo que hace aún más duro comprender por qué es tan difícil paliar las desigualdades sociales. Tras colaborar con el Banco de Alimentos de Asturias o las Familias Acogedoras de Carreño, conocemos la labor altruista de la O.N.G. Ningún Niño Sin Cenar. Detrás de este nombre, se esconde una organización que está actualmente atendiendo a unos tres mil menores. Las principales necesidades actuales son alimentos para la merienda (pan de molde, embutidos, latas, chocolate, galletas, queso…).
En el hall de entrada del centro, tenemos un punto de recogida de estos productos, que serán entregados en mano a los responsables de Ningún Niño Sin Cenar. Se podrán hacer las donaciones hasta el día 30 de enero.
Gracias, como siempre, por vuestra solidaridad.